Las pacientes que han recibido el tratamiento de dos ventrículos (Rastelli con cierre de CIV) pueden esperar embarazos con bajo riesgo mientras tengan buena función ventricular y no tengan defectos residuales.  Es fundamental discutir los riesgos antes de iniciar el embarazo.

Sin embargo, las mujeres que reciben el tratamiento de ventrículo único enfrentarán los mismos riesgos y preocupaciones que afectan a otras pacientes con ventrículo único.  La planificación con la píldora combinada es peligrosa para la mujer con ventrículo único, por el riesgo de formación de coágulos.  Otros medios de prevención del embarazo pueden ser usados, como la píldora con solo progestágenos.

Los cambios cardiovasculares que se dan en el embarazo son particularmente riesgosos para pacientes con ventrículo único y aquellas con la cirugía de Fontan.  Para las pacientes sin Fontan, el riesgo dependerá del grado de cianosis, regurgitación de la válvula aórtica y/o de la presencia de disfunción ventricular.  También hay un riesgo de formación de coágulos durante el embarazo, así como de hemorragia durante y después del parto.

Las mujeres embarazadas con cirugía de  Fontan enfrentarán riesgos significativos, pero estos dependerán de la función ventricular y de otros factores.  Los trastornos del ritmo pueden traer complicaciones.

Además de todos los riesgos mencionados, existe también el riesgo de daño al  feto por los efectos adversos de los medicamentos que usualmente reciben estas pacientes para controlar las arritmias y otros problemas.  Sin embargo, se han reportado embarazos exitosos bajo supervisión médica cuidadosa, en mujeres con diversas formas de ventrículo único, con o sin cirugía de Fontan.  A las mujeres que tienen una alta tolerancia al ejercicio antes de la concepción, les tiende a ir bien.